Cuando se produce un apagón eléctrico masivo, no solo nos quedamos sin luz en casa, también nos enfrentamos a una desconexión casi total del mundo digital. Muchos experimentan una repentina falta de cobertura móvil, imposibilidad para enviar mensajes, navegar por internet o incluso realizar llamadas. La pregunta que surge en estos casos es inevitable: ¿por qué deja de funcionar la red móvil cuando se va la electricidad?
La respuesta implica una combinación de factores técnicos y logísticos que afectan a toda la infraestructura de telecomunicaciones. Desde las antenas distribuidas por el territorio hasta los centros de datos y los sistemas de respaldo de energía, todo está interconectado y es vulnerable ante una interrupción del suministro. Vamos a profundizar en cómo funciona esta red, por qué falla y qué se puede hacer ante una situación crítica como esta.
¿Cómo funciona la red móvil y por qué depende de la electricidad?
La cobertura móvil que usamos a diario se sustenta en una red compleja de estaciones base, también conocidas como torres de telefonía, que se encargan de emitir y recibir las señales necesarias para que nuestros teléfonos puedan enviar mensajes, realizar llamadas y acceder a internet.
Cada una de estas estaciones necesita una fuente continua de electricidad para funcionar. Ante un corte eléctrico, las operadoras suelen contar con generadores o sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) que permiten mantener las antenas activas durante un tiempo limitado, normalmente entre 2 y 8 horas, dependiendo de la capacidad de las baterías y del mantenimiento realizado.
El problema surge cuando ese respaldo se agota y la electricidad no vuelve. Cuando una estación base queda sin energía, deja de prestar servicio, lo que equivale a perder cobertura en esa área concreta. Esto no solo afecta a las llamadas, sino también al resto de servicios como el a internet, videollamadas y mensajería instantánea.
¿Por qué algunas zonas mantienen la señal tras el apagón eléctrico?
Durante los primeros momentos tras un apagón eléctrico, es posible que algunos s mantengan la conexión durante unas horas. Esto ocurre porque ciertas estaciones tienen baterías mejor dimensionadas o generadores con más autonomía. Sin embargo, esta no es la norma. La mayoría están preparadas para fallos breves, no para apagones prolongados.
Además, hay diferencias entre operadoras y zonas. Mientras algunas grandes compañías como Telefónica o Vodafone priorizan la conexión en zonas clave como hospitales o centros de emergencias, las zonas rurales o menos pobladas son las primeras en quedarse sin cobertura cuando las baterías se agotan.
Congestión y saturación de la red: otro enemigo invisible ante un apagón eléctrico
La falta de energía no es el único obstáculo al que se enfrenta la red móvil en un apagón eléctrico. En estas situaciones, se produce un efecto colateral que complica aún más las cosas: el colapso de la red por exceso de demanda.
Millones de personas intentan comunicarse al mismo tiempo para saber qué ocurre, avisar a familiares o simplemente informarse. Esta avalancha de tráfico sobrecarga la capacidad de las antenas y servidores, generando cortes incluso en zonas donde la energía aún no se ha perdido.
Los operadores recomiendan siempre evitar llamadas innecesarias y optar por mensajes de texto, que consumen menos ancho de banda. También se insta a mantener las comunicaciones breves y usar redes 2G cuando sea posible, ya que suelen ser más estables en estos contextos.
La infraestructura no solo depende de las antenas
La red móvil es solo una parte del engranaje. Detrás de cada llamada o mensaje hay una gran cadena tecnológica que incluye centros de datos, nodos de fibra óptica, servidores, enrutadores y sistemas de conmutación.
Si uno solo de estos componentes falla —por ejemplo, un data center sin batería o una estación repetidora sin generador—, la comunicación se interrumpe, aunque tengas una antena cerca que siga funcionando. Es decir, aunque tu móvil tenga batería y la antena más cercana esté operativa, si el servidor de la aplicación que usas no tiene energía, no podrás enviar mensajes ni conectarte a internet.
Esto explica por qué a veces se puede recuperar brevemente la cobertura y luego volver a perderla, dependiendo de cómo vaya regresando la energía a diferentes partes de la infraestructura.
¿Qué hacer si te quedas sin móvil durante un apagón eléctrico?
En estas situaciones, es fundamental actuar con calma y adoptar buenas prácticas que permitan extender la autonomía de tu dispositivo y aumentar tus posibilidades de mantenerte comunicado. Aquí van algunas recomendaciones:
- Activa el modo de ahorro de energía para reducir el consumo de batería.
- Desactiva funciones innecesarias como Bluetooth, Wi-Fi o ubicación si no las estás usando.
- Evita aplicaciones pesadas como redes sociales o vídeos en streaming.
- Usa mensajes de texto en lugar de llamadas y prioriza las redes 2G si tu dispositivo lo permite.
- Carga baterías externas o powerbanks siempre que sea posible.
- Ten a mano una radio con baterías o de manivela para recibir información actualizada.
¿Existen alternativas si se interrumpe completamente la red móvil?
En el peor de los escenarios, donde la red móvil y fija caen completamente y no hay a internet ni llamadas, hay opciones tecnológicas que podrían ofrecer soluciones parciales o complementarias.
La comunicación por satélite es una de ellas. Aunque no está al alcance de todos los s, existen móviles con capacidad de conectarse a satélites directamente, sin pasar por antenas terrestres. Estas soluciones se usan habitualmente en contextos militares, montañismo o exploración, pero podrían convertirse en herramientas vitales en situaciones de emergencia.
Europa está trabajando en su propio sistema de satélites de órbita baja, el proyecto IRIS², que busca crear una red resiliente e independiente para garantizar servicios básicos de comunicación incluso en apagones masivos.
La importancia de reforzar la infraestructura crítica
Mejorar la autonomía energética de las estaciones base es uno de los grandes retos. Aumentar la capacidad de las baterías, usar es solares o instalar generadores con mayor autonomía son medidas viables, aunque complicadas de implementar en zonas urbanas por falta de espacio.
Algunos operadores alternativos ya han demostrado que es posible mantener el servicio en condiciones adversas gracias a un sólido plan de contingencia, presencia humana reforzada y sistemas de respaldo bien mantenidos. Su labor ha sido clave para mantener la conexión de servicios de emergencia, hospitales, medios de comunicación o empresas con fuentes de energía alternativas.
Durante el apagón eléctrico del 28 de abril de 2025 en España, millones de ciudadanos experimentaron las limitaciones de depender por completo de una red eléctrica vulnerable. Las telecomunicaciones, tan habituales en nuestro día a día, se convirtieron de golpe en un bien escaso y frágil. Desde la caída de las antenas por falta de energía hasta la saturación por el uso masivo, se demostró que nuestro sistema actual necesita mejoras en resiliencia y autonomía.
Aunque existen alternativas como las comunicaciones por satélite o el aumento de las baterías de respaldo, la preparación continúa siendo la mejor estrategia: usar el móvil con responsabilidad, tener cargadores portátiles y aprender a comunicarse con menos recursos. Comparte la información para que otros s conozcan la novedad.